Sostenibilidad Circular

El concepto de sostenibilidad, tal como lo entendemos hoy en día, es relativamente joven; es un concepto de finales de los años 80, más o menos de cuando se estrenó en los cines la película ‘Regreso al futuro’.

El concepto de economía circular, aunque parece que haya cogido fuerza en los últimos años, nace un poquito antes incluso que la sostenibilidad de la que hablamos, y ve la luz por primera vez en 1980.

Ambos conceptos, como casi cualquier corriente de pensamiento, nacen en contraposición a conceptos existentes que parece que funcionaban un poco regulero, al menos para unos cuantos idealistas.

La economía circular nace en contraposición al sistema de economía lineal tradicional -extracción- fabricación-transporte-uso-fin-, para promover producciones y consumos que demanden menos materia prima, que impliquen reciclar, reutilizar y compartir. Y el concepto de sostenibilidad nace en contraposición a la insostenibilidad, a lo insostenible. A lo insostenible.

Cuarenta y tantos años después, las promesas siguen siendo a futuro y los horizontes siguen estando en 2030 y 2050 cuando hablamos de reducciones de emisiones y planes de acción climática. Entretanto, océanos de greenwashing y palabras retorcidas para extender maquillajes de sostenibilidad. Inconcreción.

Naciones Unidas lanzó hace un tiempo un plan de acción llamado ‘One Trillion Trees’ porque parece que la reforestación bien hecha (es fundamental lo de ‘bien hecha’) es un factor clave para la lucha contra el cambio climático que azota y amenaza el planeta. ‘One Trillion Trees’ son muchos árboles. Muchísimos.

Nosotros somos gente del vino y estamos en un sector, la hostelería, que ha sido especialmente vapuleado por la crisis del Covid. La resaca aún dura para muchos.

Sin embargo se nos ocurrió que qué gran historia sería que un sector especialmente afectado por una terrible crisis liderara una iniciativa -concreta, medible y ejecutable- que sumase todo lo posible al plan que propone Naciones Unidas para salvarnos de lo que parece un Armagedón como un piano de cola. Porque ya sabemos que por desgracia el bueno de Bruce Willis esta vez no podrá echarnos una mano.

Un beso, Bruce.

Así que se nos ocurrió RUUUTS.
Y se nos ocurrió intentar involucrar al sector de la hostelería en ayudar a cambiar el mundo a través de la compra de un muy buen producto a un muy buen precio. Así, sin más. Benditos vinos de la casa. Benditos vinos por copas. Malditas iniciativas hippies.

Se nos ocurrió elaborar vinos bonitos y llevarlos al mercado de la manera más sostenible posible. 

Que parezca que nunca estuvimos aquí. No queremos dejar huella.
Y ya puestos, que cada quién pueda elegir la etiqueta con que los ofrece. Libertad!
Y el modelo de suscripción nos parecía el DeLorean que nos llevaría a un futuro sostenible y circular.

Cada caja de vino de Ruuuts lleva asociada la plantación de un árbol en el marco de un proyecto desarrollado de la mano de Trees 4 Humanity donde tenemos la posibilidad de reforestar 2.600 hectáreas para un máximo de un millón de árboles plantados en Campoo de Yuso, Cantabria.

También habrá abejas, muchas abejas. Porque son fundamentales y nos caen bien.

Nuestro objetivo, 100.000 árboles plantados para finales de 2028.

Y muchas abejas.

¿Quién se apunta?